LA PARÁBOLA DE ORFEO
Orfeo dice al Cancerbero : “¡Eres bondadoso!”
Cancerbero: “¿Bondadoso yo? ¡Soy el malvado de los malvados!”
Orfeo: “¡Eres BONDADOSO! Existe el Dios bondadoso que te ve
como un ser diferente: ¡no como a un perro rencoroso infernal, sino como a un
ángel!”
Cancerbero: “¿¡Existe el Dios bondadoso que me ama incluso a
mí!?...”.
Cancerbero rompió a llorar un mar de lágrimas y dejó pasar a
Orfeo.
La lira de Orfeo es una fuerza mayor que la misma muerte.
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